Comienza en Toscana durante el día, luego, y cruza en Emilia por la noche. Exactamente como debería haberlo hecho, en medio del Risorgimento,
el personaje del que toma el nombre la ruta, y que debió conocer muy bien el recorrido:
el bandolero Stefano Pelloni, conocido como el Passatore. Hoy, en el siglo XXI, hacemos los «cien kilómetros del Passatore»
por diversión, y nos fascina la idea de que se han recorrido los mismos caminos
hace siglos como bandoleros oscuros Entonces, tal vez, podamos sentirnos como verdaderos bandoleros luchando con la lucha por la supervivencia
mientras avanzamos penosamente por el camino del contrabandista.
Con una diferencia:
todo el mundo es bueno para comprar una camiseta, no para correr cien kilómetros.